Semirrígidas de alquiler

31 Ago 2020

Semirrígidas de alquiler

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Tanto si queremos evitar gastos de mantenimiento como si necesitamos disfrutar de una navegación sin compromiso, alquilar una semirrígida resulta una opción más que interesante que vale la pena valorar.


De plena actualidad
En las últimas temporadas el mercado náutico deportivo se ha visto sorprendido por una gran demanda de embarcaciones de alquiler, que no solo afecta ya a los modelos de mediana y gran eslora, sino que ha promovido notablemente el sector de los tamaños menores y también el de alquiler de semirrígidas.
Aunque tradicionalmente siempre se ha valorado más la navegación en embarcaciones de propiedad, que es más fácil tener a nuestro gusto y en buenas condiciones, la opción de alquilar una neumática o semirrígida se está convirtiendo cada vez en un hecho más común en el mercado europeo, al ser una manera muy asequible para disfrutar o iniciarse en este apasionante tipo de navegación sin tener que asumir los gastos de compra y mantenimiento.


Interesante opción
Alquilar en vez de comprar directamente una semirrígida, nos permitirá iniciarnos en el fascinante mundo de la navegación sobre la embarcación más segura del mercado, sin verse obligado a hacer un gasto inicial elevado y entrar en la dinámica de costes que puede suponer su mantenimiento a lo largo del año. También puede ser una buena ocasión para poder probar en profundidad una semirrígida que tengamos la intención de comprar, sin compromiso de quedársela después.
Como es evidente para los aficionados a estas embarcaciones, las neumáticas y semirrígidas ofrecen grandes ventajas respecto a una embarcación rígida convencional de similar eslora, en cuanto a estabilidad, capacidad de carga y seguridad, además de, frecuentemente, confort de navegación.
Para los que desconocen estas cualidades, el alquiler es una buena manera de probarlas  estas ventajas utilizando una en cualquiera de las zonas de nuestras costas y aguas interiores. De este modo, si no somos de los que navegamos durante todo el año, podemos aprender sobre sus peculiaridades en cuanto a navegación y seguridad, disfrutando eventualmente de sus cualidades sin tener que hacer un importante gasto de mantenimiento anual para tan solo unas pocas horas de uso.


Grandes atractivos
En el apartado lúdico, uno de los atractivos más interesantes de alquilar una semirrígida es que resulta una excelente ocasión para poder conocer con detalle la costa en la que nos encontramos, por ejemplo, en nuestra zona de veraneo, descubriendo calas, rincones y cuevas que de otro modo sería imposible.
Prácticamente en la mayoría de zonas de nuestro litoral podemos encontrar operando empresas de alquiler de embarcaciones (charter) por horas, días, semanas o meses y, en la temporada estival, es cada vez más frecuente además que dispongan de neumáticas o semirrígidas en su catálogo, con unas tarifas bastante razonables dependiendo de las zonas, de la época del año y de la eslora de las mismas.
Lo habitual es que las empresas de alquiler que cuentan con semirrígidas en nuestro país, diferencien entre el público de alquiler diario por horas o jornadas, como sucede generalmente en playas y calas, respecto al cliente muy fiel que generalmente repite cada año alquilando por semanas sus semirrígidas y reservando con antelación.
Es interesante el que en muchos casos estos clientes aumentan en cada ocasión algo la eslora elegida, aunque las más populares son las de 4 metros sin titulación y las de un promedio de eslora alrededor de los 6,5 metros, que es un tamaño muy manejable, habitable y de poco consumo.
Un consejo muy útil si vamos a navegar en una zona nueva o con una semirrígida grande, es decidirse por lo menos para la primera salida por contratar también el acompañamiento de un patrón experimentado de la zona, que nos permitirá descubrir con mayor facilidad los más bellos y recónditos rincones en un menor tiempo, aprovechando de este modo más nuestro tiempo contratado.


El lugar ideal
En el caso de que sea posible, es recomendable alquilar la semirrígida a una empresa que se sitúe en el puerto más cercano a la zona en que nos encontremos de vacaciones o pasando el día. De esta manera nos aseguraremos que puedan solucionarnos de inmediato cualquier problema que nos pudiera suceder, desde averías hasta rescates.
Un punto que debemos vigilar es que la gran mayoría de alquileres de semirrígidas se realizan en la época estival, aunque a partir de la primavera algunas empresas de alquiler ya comienzan a tener movimiento.
Es precisamente esta estacionalidad la que da lugar a una picaresca que nos puede suponer un disgusto, en el caso de acabar en manos de empresarios sin escrúpulos. Por esa razón volvemos a recomendar encarecidamente el ponerse en manos de profesionales, es decir, de empresas que tengan experiencia en el alquiler de semirrígidas. Las especializadas disponen de una buena flota y tienen generalmente el respaldo de una náutica de confianza, por lo que si podemos huiremos de los típicos alquileres medio piratas, que aparecen en verano como los champiñones y que se dedican a alquilar una o varias embarcaciones de forma un tanto “alegal” y sin mucha responsabilidad en caso de problemas, como las averías durante nuestro alquiler.
Como es de suponer, debemos elegir una empresa que pueda proporcionarnos una buena cobertura de asistencia, de seguridad y también legal en caso de accidente.


Documentos a bordo
A pesar de que realicemos un alquiler en un bonito día de verano, solo acompañados de nuestro bañador, nuestra cartera, la toalla y el bronceador, es necesario que la semirrígida tenga todos los papeles en regla y a bordo porque en cualquier momento la autoridad marítima puede solicitarlos e incluso imponer una sanción en caso de no llevarlos. Además, son imprescindibles en caso de tener algún tipo de accidente o exigencia de responsabilidad a la empresa o a terceros.
Los papeles que debe suministrar la empresa de alquiler incluyen los de la embarcación, con su correspondiente matrícula si la eslora lo obliga, además del manual del propietario y, desde luego, los papeles del seguro, de los que debemos comprobar al embarcar que correspondan a esa embarcación y tengan el pago de su cuota anual al día.
Por supuesto, la empresa arrendadora nos exigirá llevar encima la titulación necesaria para gobernar la semirrígida elegida, que dependerá de la eslora de la misma y de la potencia de su motor. Si optamos por alquilar un modelo de hasta 4 metros de eslora y no más de 15 CV, estamos exentos de presentar ninguna titulación.


Recuerda antes de zarpar

- Previamente a la firma del contrato, es recomendable que leamos atentamente las “Condiciones de alquiler” o “normas de contratación”, en las que nos indicarán todos los aspectos conflictivos que pueden ir en contra de nuestros intereses.
- El precio de tarifa, normalmente, viene indicado con el IVA incluido y en los casos de alquiler diario, con el seguro a todo riesgo.
- A la hora de decidirnos a alquilar, debemos tener previsto del gasto, temporal, de una franquicia, que nos exigirán las empresas de alquiler para cubrir posibles daños a la embarcación o pérdida de material, igual que hacen las empresas de automóviles.
- Algunas empresas ofrecen un seguro de cancelación del alquiler por mal tiempo, reembolsando el dinero o cambiando las fechas disponibles. Del mismo modo se reservan en derecho de anular una reserva o un alquiler por causas de fuerza mayor.
- Si somos nosotros los que no podemos utilizar la semirrígida en los días reservados, acostumbran a devolver solo una parte del dinero entregado a cuenta, de acuerdo a una tarifa variable según la empresa
- El precio del alquiler nunca incluye el combustible. Al salir se entregará la embarcación con el tanque de combustible lleno, mientras que a la devolución se comprobará el consumo y deberá ser abonado aparte si no se ha tenido la precaución de rellenarlo.
- El arrendatario deberá asumir toda responsabilidad por cualquier multa, sanción o perjuicio que se derivase de cualquiera de las infracciones de las normas de la zona Marítima de navegación cometidas durante la vigencia de su contrato de alquiler, siempre que no se refieran a problemas de papeleo de la embarcación


El coste del alquiler
Como en todos los alquileres de corta duración, los precios pueden variar bastante dependiendo de aspectos como la época del año (en verano es bastante más caro), de la zona de navegación (hay zonas de la costa más económicas) de la marca de la embarcación (también hay marcas de lujo en este sector), del equipamiento de la semirrígida (siempre variable), del año de construcción (cuanto más nueva más cara) o de su conservación (el aspecto y su funcionamiento determinan bastante el precio).
Los costes serán sin duda más elevados en las zonas de mayor demanda y en verano que es cuando navega la mayoría, pero también tendremos en cuenta que algunas empresas también alquilan semirrígidas durante la temporada invernal, con unos precios que pueden significativamente más bajos.


Localizar un alquiler
La estacionalidad del charter hace imposible contar con una exacta relación de empresas que tengan embarcaciones semirrígidas de alquiler en nuestras costas, al disponer de flotas muy inestables en cuanto a cantidades o modelos, con el condicionante de que muchas de ellas solo se forman para la temporada estival.
En muchos casos lo más fácil, además de mirar directamente en internet, es ponerse en contacto con las náuticas de la zona donde deseemos navegar o las empresas específicas de alquiler de embarcaciones, aunque también podemos dirigirnos a solicitar información a la oficina del puerto más cercano, contactar con “Bases Náuticas” en las zonas donde las hubiera o en las oficinas de turismo.

Por R. Masabeu

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