Encargadas de provocar tsunamis y abrir las profundidades del mar, las terroríficas serpientes gigantes de mar existen en realidad, aunque mantienen parte de su temido halo generado por la ignorancia y las casualidades.
El origen del mito de la Serpiente marina gigante hay que buscarlo en el conocido como Pez Remo o Pez Sable, una especie de Arenque gigante de origen abisal, de forma alargada, gran aleta dorsal, enorme boca y sin escamas que puede alcanzar los 17 metros de largo y manifiesta gran sensibilidad a las corrientes electromagnéticas y telúricas, hasta el punto de hacerlo emerger cuando se ve afectado.
Uno de los detalles que avivó antaño su aspecto de monstruo marino es que, además de su gran tamaño, dispone de la capacidad de nadar tanto de modo horizontal como vertical, creando un extraño espectáculo tanto desde la superficie como debajo del agua.
Se dice que junto a los hipocampos gigantes eran parte del armamento preferido por los tritones a la hora de entrar en cruentos combates al mando de Poseidon. Sin embargo, en la mitología japonesa se le denomina como “Namazu” y se le considera como mensajero del dios del mar que causa terremotos cuando emerge de las profundidades de la isla a difundir los mensajes de su señor. En algunas zonas se considera también que, antes de convertirse en serpiente gigante, era de menor tamaño y podía relacionarse con los humanos transformándose en uno de ellos si era necesario.
Curiosamente, se ha confirmado que poco antes del terrible Tsunami que en 2011 azotó la región de Tōhoku, en la isla Honshu de la costa del Pacífico, se produjo el avistamiento de una gran cantidad de Peces Remo aflorando en sus costas, confirmando de algún modo las leyendas locales.
Teniendo en cuenta la aparente precisión de sus predicciones, ¿No sería recomendable avisar a los servicios de emergencia en el caso de que pesquemos alguna emergiendo a la superficie? *Por R. Masabeu