Albatros y Temporales

23 Jul 2020

Albatros y Temporales

Listado en Mitos y Mariner@s

 

Según algunas culturas, la visión de un Albatros merodeando nuestro barco supone buenos augurios, aunque otros aseguran atraer las tempestades, pero en todos los casos se consideran aves a las que hay que tener un gran respeto.

El desacuerdo entre culturas y diferentes zonas de navegación, sobre la bienaventuranza o fatalidad de cruzar nuestra estela con un Albatros, del portugués Alcatraz, proviene de la creencia de que estas espléndidas aves contienen las almas de los marineros muertos en el mar.
Esta relación con los muertos ha marcado el convencimiento entre la mayoría de los hombres de mar de que importunar o matar a un Albatros puede suponer grandes desgracias para el causante y, posiblemente, también para el barco y el resto de la tripulación.
Como ejemplo de tamaño infortunio podemos recordar la vida del corsario George Shelvocke que inspiró el poema del inglés Samuel Taylor Coleridge “La canción del viejo marinero”, que sufrió continuas tormentas durante el resto de su vida tras matar a un Albatros.
Los que relacionan los Albatros con las tormentas basan su creencia en una cultura popular que tiene en cuenta la gran envergadura de alas de algunas de sus razas, que pueden superar los 3,5 metros, además de su peso, siendo por tanto más habituales en condiciones de mucho viento o en las zonas ventosas del hemisferio Sur.
Cuenta la mitología griega que su gran héroe Diómedes, que se escondió en el caballo de Troya, fue enterrado en la isla San Nicola del archipiélago Tremiti, en donde la diosa Afrodita, viendo a los hombres de Diomedes llorar tan compungidos su muerte, los transformó en Albatros para que pudieran estar de guardia en la tumba de su héroe eternamente.
¿A quién no le apetece una travesía por el mar Adriático para visitarla?
*Por R. Masabeu

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