PRUEBA VINTAGE
Presentada en 1993, esta Sea Doo Explorer fue una de las escasas propuestas de semirrígida deportiva propulsadas por turbina en esa década, con las que ofrecían más habitabilidad y polivalencia que las motos acuáticas convencionales, pero con un tipo de navegación también excitante.
Con esta Sea Doo Explorer vamos a analizar una semirrígida presentada en su momento por el denominado Grupo Bombardier, al cual pertenece la popular marca de motos acuáticas Sea Doo y la gama de motores multiuso Rotax. Se trata del único modelo de la marca con motorización por Jet, que fue presentado inicialmente en 1993 y estuvo en catálogo hasta el 2002, con algunos intervalos de tiempo.
En concreto vamos a analizar una Sea Doo Explorer del año 1996, que acaba de ser cuidadosamente restaurada por la empresa Yachts&Go de l’Escala, dotándola de nuevos flotadores y sustituyendo o reparando los distintos herrajes, tapizados, laminados y pinturas para recuperar todo su esplendor original, tan vintage. Esta unidad esta, además, disponible actualmente para la venta a los amantes de las embarcaciones "singulares".
Hemos de reconocer que nos hacía ilusión esta prueba, sobre todo para comprobar como con una buena resturación, que a veces solo afecta a un cambio de flotador, podemos volver a disfrutar de una semirrígida como si la acabáramos de estrenar.
Parece que el modelo en su época tuvo éxito, manteniéndose algunos años en venta, aunque las distintas restructuraciones del Grupo Bombardier llevaron a su desaparición, ante la falta de inversión para ampliar la gama de esloras.
La semirrígida que tuvimos la ocasión de probar era una segunda versión, con casco evolucionado e insumergible, que abandonaba las líneas de carena de la moto Speedster sobre el que nació, para adoptar uno más estable y rápido. Este cambio llevó, además, a la adopción de un motor más potente, con sus 110 CV.
Sobre el perímetro del casco se había montado un flotador posicionado alto y sujetado con un práctico sistema desmontable de guía. En realidad se trataba de una patente de Zodiac que se vieron obligados a sustituir, ante las reclamaciones al juzgado hechas por el fabricante francés.
El tejido original podía ser de Hypalón/Neopreno o de PVC, aunque fue este último el material elegido para esta restauración.
Se trata de un flotador bien elaborado, dotado de superficies antideslizantes en el perfil superior del flotador pero sin la necesaria guirnalda de cabo o de asas textiles. Opta por unos conos cortos y una proa elevada muy redondeada con la que amplía significativamente la habitabilidad en cubierta.
El buen espacio libre se aprovecha en proa con un cofre-asiento acolchado en el triángulo delantero además de un llamativo asiento en el centro de tipo jockey que cubre la cámara del motor e incluye un manillar de moto para el gobierno.
Solo dos asas textiles en la zona posterior del flotador mejoran el agarre de los pasajeros de popa, que aprovechan los dos asientos de forma envolvente, creados sobre un práctico cofre transversal de estiba. Entre ellos se facilita el paso a una plataforma de baño de tamaño notable para una eslora de tan solo 3,96 metros, que se ha mejorado con un escalón tubular para subir a bordo desde el agua.
En el agua
Un detalle muy interesante de esta Explorer es que en la restauración no solo se ha mantenido el aspecto de la época, incluidos los colores, sino también la misma motorización de 2 Tiempos que nos asegura una mañana de emociones en aceleración, además de un penetrante sonido que no deja de ser atractivo, a pesar de apartarnos del correcto camino “eco-friendly” que ahora marca el mercado.
Contamos para las pruebas con un día soleado y de mar en calma, en el que la semirrígida se mantuvo estable y sin apenas balanceo, a pesar de montar a bordo solo dos pasajeros ligeros.
En las pruebas de maniobrabilidad, solo con el piloto en el jockey, la embarcación demostró un buen agarre en los giros, a pesar de mantener las características propias de una moto acuática Sea Doo, que te pide dar gas y empezar a encadenar trompos sin sufrir en ningún momento unas reacciones demasiado bruscas como para perder en ellas a alguno de los pasajeros.
La dirección resultó muy directa y sensible, aunque muy fácil de controlar, dominando a la perfección unos 110 CV de potencia que resultaron muy acertados para el conjunto y que nos permitieron alcanzar una velocidad máxima de 35,2 nudos con buena estabilidad de rumbo.
Todo ello nos hace considerar a la Sea Doo Explorer como una buena opción de embarcación auxiliar para un yate, que mantendrá seguros, cómodos y secos a los invitados cuando quieran embarcar. Además, es una opción muy válida como pequeña lancha deportiva, transportable en remolque por tierra, con la que navegar a nuestra zona de baño preferida o practicar los deportes más animados, como la propia navegación o el arrastre de un wake acompañado de amigos. *R. Masabeu
Ficha técnica
Sea Doo Explorer
Constructor: BRP (Canada)
Restauración: Yachts & Go
Especificaciones
Eslora total 3,96 m
Manga total 2,06 m
Diámetro máximo tubulares 48 cm
Compartimentos flotadores 3
Peso vacío 322 kg
Material flotador PVC
Material casco PRV
Tipo de casco V
Nº de sprays 2
Depósito combustible 151 l
Plazas homologadas 5
Nº asientos en bañera 2
Potencia máxima 110 CV
Motor en prueba Rotax 2T (110 CV)
Condiciones de prueba
Mar Rizada
Viento 6 nudos
Pasajeros 1
Combustible Lleno
Agua Vacío
Nuestra prueba con 110 CV
Velocidad máxima en ensayo (GPS) 35,2 nudos
Velocidad crucero (GPS) 27/30 nudos
Velocidad mínima ralentí 2,2 nudos
Aceleración Planeo en 3 segundos
A destacar
- Estabilidad
- Francobordo interior
- Capacidad asiento
- Navegación excitante
- Aceleración
- Habitabilidad
Mejorable
- Bisagras tapas
- Espacio nevera
- Bita proa
PRECIO
Precio oferta modelo probado: Desde 21.100 € + impuestos
