¿Somos Lunáticos?

03 Abr 2020

¿Somos Lunáticos?

Listado en Mitos y Mariner@s


La Luna ha fascinado y afectado notablemente el devenir de la humanidad y por supuesto al mundo de los marinos, que siempre ha dependido de una manera u otra de ella.

Con la evidencia inapelable de que la Luna y su estado en el firmamento afecta directamente a las mareas y su intensidad, desde tiempos inmemoriales los marinos han adorado y temido a partes iguales a esta vigilante de la noche que ha estado velando sus travesías.
Algunas leyendas marineras insisten en que la Luna, además de producir las mareas también puede afectar el estado y comportamiento de los débiles de espíritu y alocados. De hecho, en algunas zonas se cree que el marinero que se queda dormido de guardia bajo el influjo de sus rayos puede sufrir una ceguera temporal, quien sabe si por no cumplir con sus deberes con el barco y el resto de la tripulación.
En la antigua Grecia, el filósofo Aristóteles o en Roma el naturalista  Plinio el Viejo ya creían que como la Luna afectaba a las mareas, moviendo ingentes cantidades de agua a modo de potente imán, también tenía repercusión sobre el cerebro de los hombres, cargado de humedad, al que podía llegar a enloquecer o incluso causar epilepsia. No en vano, la palabra "lunático" que indica a la persona que sufre locura a intervalos, viene del latín "lunaticus", que se traduce como "lunar".
Los marinos más supersticiosos creen firmemente que el estado de la Luna en el cielo es determinante en la forma de afectarnos a bordo y que debemos evitar desafiarla. Para ello nunca zarparemos en noches de Luna Nueva, que por su ausencia relacionan con el lado oscuro y el mundo mágico, ni en las escasas noches de Luna Roja adoradas por todo tipo de brujas o incluso hacerlo en Luna llena, que podría hacer dar a luz a una embarazada.
¿Realmente debemos preocuparnos por su influjo, o simplemente aprender a disfrutar del maravilloso embrujo de navegar bajo la luz de la Luna?

Por Ricardo Masabeu

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