La presión del flotador

29 Ene 2015

La presión del flotador

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La presión del flotador de nuestra neumática o semirrígida puede determinar la estabilidad y navegación, por lo que debemos conocer cual es la más adecuada para nuestra embarcación.

Debemos tener en cuenta que si bien en las semirrígidas, al contar con un casco rígido la presión del flotador incide especialmente en aspectos como la sustentación aerodinámica e hidrodinámica, en las neumáticas el flotador forma parte de la rigidez estructural, puesto que la presión adecuada permite consolidar la embarcación evitando que flexe excesivamente al superar las olas.
En este aspecto tendremos en cuenta que la presión del flotador no debería ser la misma en todo momento, si no que debe ser la justa dependiendo de parámetros como la temperatura, el sol o el oleaje, entre otros.
Esta presión inadecuada puede ser dañina para el flotador, por ejemplo cuando tiene un exceso, que puede producir un escape de aire reventando tejidos, costuras o válvulas, a menos que cuente con válvulas de sobrepresión para eliminar el exceso de aire. Este problema se produce por ejemplo si está expuesto directamente a un fuerte sol y altas temperaturas, sin la correspondiente refrigeración que proporciona el agua o la propia navegación.
Por el contrario, en el caso de llevar el flotador con una presión de aire insuficiente, éste se verá afectado en aspectos como la navegación al variar las cualidades estructurales de la embarcación, haciéndola más lenta e incluso menos estable o maniobrable, además de deteriorar el tejido con mayor rapidez envejeciendo prematuramente, al verse afectado por las flexiones y generalmente un mayor rozamiento con el agua y los elementos que puedan ser arrastrados por ella.

Presión variable
Un aspecto determinante que debemos saber sobre nuestro flotador es que la presión del mismo nunca es constante, si no que varía constantemente a lo largo del día. A esa variación le afectan aspectos como los cambios de temperatura, ya sea del aire como del agua, resultando que cuando la temperatura del aire o del agua sea más baja, la presión del flotador será menor, mientras que cuando aumente la temperatura o se esté expuesto directamente al sol, la presión tenderá a subir notablemente.


Debido a estos cambios, una útil recomendación es que nos acostumbremos a verificar la presión de la semirrígida unos 10 minutos antes de su puesta en el agua o al subir a bordo, además de seguir haciendo comprobaciones eventuales a lo largo del día.


Por ejemplo, en el caso de una neumática que se hincha en tierra a una cierta presión bajo el fuerte sol, al contacto con el agua más fría, perderá una cantidad de presión considerable, incluso entre 40 y 50 mb, que puede llegar a afectar a su rigidez estructural.
Ello es debido a que una variación de 1ºC en el ambiente puede suponer un cambio aproximado de 4 mb (0,05 PSI). Por esa razón es recomendable estar atentos durante todo el día a la presión de los flotadores, e incluso si es posible por espacio llevar a bordo un hinchador, por si fuera necesario.
También tendremos en cuenta que, según se permite en la homologación ISO 6185, los fabricantes admiten la posibilidad de que sus embarcaciones puedan llegar a constatar hasta un 20% de bajada de presión en 24 horas. Según esta premisa, en realidad solo deberíamos preocuparnos si apreciamos pérdidas en el flotador de 10 milibares en 5 horas, mientras que en un suelo de alta presión, a partir de 35 mb cada 5 horas.
En esos casos lo primero es revisar la estanqueidad de las válvulas y de sus juntas y, si es necesario, buscar perdidas por el resto del flotador.

¿Cuánta presión necesito?
En la mayoría de los casos, los astilleros de cierto nivel indican en el manual de usuario para cada uno de sus modelos de neumáticas y semirrígidas la presión adecuada en sus flotadores.
Esta presión puede venir indicada en diferentes sistemas de graduación, como el Bar, el Milibar (milésima de bar) o el PSI. En nuestro país, por ejemplo, es más frecuente que los datos vengan indicados en Milibares (Mb), aunque en la actualidad se está intentando aplicar también el Hectopascal (hPA) de similar valor. Por su parte, en los países anglosajones se inclinan más por los datos en PSI (Libras por pulgada cuadrada), que aquí se usan más para la presión de los neumáticos de automoción.
Teniendo en cuenta las premisas de cada fabricante, nos encontramos en el mercado deportivo actual que un flotador normal puede variar su presión ideal, dependiendo de la marca, de su tamaño, del tipo de fabricación y del tejido utilizado, entre 0,15 y 0,24 milibares (2,1 a 3,4 PSI).
También pondremos atención sobre los suelos de alta presión de algunas neumáticas auxiliares, que trabajan en presiones mucho más elevadas al convertirse en la auténtica estructura “rígida” de la embarcación. En estos suelos de cámara reforzada interiormente mediante tramado textil, es especialmente importante la calidad de su construcción, que determinará la presión máxima que se puede aplicar y que pasará, en un uso normal, desde los 600 mb de las más económicas hasta los 800 mb de las de mejor calidad (de 8,4 a 11,3 PSI).


¿Como comprobar la presión?
Generalmente muchos propietarios de neumáticas y semirrígidas utilizan un sistema “manual” para comprobar la correcta presión de los flotadores, consistente en golpear con la mano el tubular hasta que el sonido tenga cierto parecido a un tambor, no excesivamente tenso.
Cuando se trata de neumáticas de cono clásico alargado, algún fabricante recomienda hinchar hasta que no sea posible doblar el cono manualmente sin mucho esfuerzo.
Dejando aparte estos rudimentarios sistemas de exactitud, cuanto menos, cuestionable, el más adecuado es utilizar un reloj indicador de presión, del que es posible encontrar varias versiones y que se aplica, normalmente, directamente sobre la válvula de hinchado. Algunos astilleros entregan este manómetro con el equipo estándar, pero también es fácil encontrarlo en venta en las tiendas náuticas.
Debemos tener en cuenta que algunos modelos antiguos de válvulas sofisticadas incorporaban un medidor de presión, mientras que otras marcas optan por montar el medidor de presión sobre el propio hinchador. Por su parte, en embarcaciones de uso profesional, es posible encontrar flotadores con un sensor de presión incorporado que indica todos los parámetros constantemente. Este sistema acostumbra a complementarse con un hinchador eléctrico de acción manual o automática.

El inflado correcto
Pocas veces se ha aclarado cual es el sistema más correcto para inflar debidamente los flotadores, puesto que muchos astilleros indican instrucciones distintas. Algunos recomiendan comenzar a hinchar el flotador por el compartimento de proa y acabar por los posteriores, mientras que otros indican comenzar por un cono y continuar por todo el perímetro hasta la banda contraria, mientras que otros no se decantan por ningún sistema.
Para elegir la más adecuada, tendremos en cuenta que los flotadores se componen de varios compartimentos, dependiendo de la eslora de la embarcación, separados por unos tabiques flexibles asimétricos (Cloison) que permiten equilibrar en cierta medida la presión entre cada espacio.
Sobre esta base todos coinciden en que no se puede hinchar un compartimento al 100% y después los demás, si no que se debe ir equilibrando paulatinamente la presión de todos ellos. Por ejemplo, es mejor llenarlos todos al 50% y después ir hinchando y aumentado la presión de todos ellos alternativamente hasta alcanzar el máximo.
En cuanto a las neumáticas de suelo de alta presión, es imprescindible inflar primero el suelo montado y después el flotador, de manera que éste se acomode a la estructura central, más rígida.
Por otra parte, es muy importante utilizar el inflador adecuado, que sea específico para flotadores, ya sea manual o eléctrico, puesto que otros sistemas como las botellas de buceo (Alta presión a alta velocidad) o un inflador de ruedas eléctrico o de compresor (Alta presión a baja velocidad), pueden dañar el flotador y llegar a hacer saltar las costuras si no se trata de un tubular especialmente reforzado y cuenta con válvulas de sobrepresión.
*Afac

 

 

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